viernes, 15 de febrero de 2013

Eurovegas, y a hacerse Amy

Hace unas semanas se hizo público que Alcorcón será el lugar donde se construirá el Complejo Eurovegas.

Ha sido un largo proceso hasta que se desveló la ubicación definitiva, y a lo largo de todo este tiempo se han venido oyendo todo tipo de opiniones al respecto. Las que más se han oído, porque son las que más ruido han metido, son las que se han manifestado en contra del proyecto. Ya han surgido las correspondientes plataformas: "Eurovegas No", "Detengamos Eurovegas Alcorcón" y otras por el estilo.

Yo, por mi parte, he oído a allegados listar los horrores que nos esperan y, por supuesto, he escuchado a una parte de nuestros inefables políticos posicionarse a favor y en contra. Con respecto a esto último, es lo de siempre: si unos apoyan una postura, los otros apoyarán la otra. Lo digo en este tiempo verbal porque casi estoy seguro de que los otros esperaron a ver que opinaban los unos para poder definir su posición. La contraria, por supuesto.

Al actuar de este modo se da una circunstancia muy curiosa: los de derechas, a favor de la creación de este engendro de perdición, y los de izquierdas clamando por la preservación de la moral pública y apostando porque todo se quede como está. Desde luego es difícil imaginar unos partidos "progresistas" más conservadores que los nuestros.

Pero fuera de este run-run de fondo, ¿qué podemos esperar de Eurovegas? Yo imagino que lo de siempre y en todas partes: cosas buenas y cosas menos buenas. Así que he pensado en ambas partes, y esto es lo que se me ha ocurrido.

Dentro de las cosas buenas es fácil considerar que se hará una inversión millonaria (se habla de 17.000 a 27.000 millones de euros en un plazo de unos 20 años), que se crearán muchos puestos de trabajo (unos 40.000 a 80.000 directos, y más de 200.000 contando los indirectos), o que el propio Proyecto dará una nueva dimensión a Madrid como una ciudad que poner en el mapa mundial (ya sólo nos falta ser Ciudad Olímpica y nos hunden la Península a base de venir todos los turistas en tropel).

Dentro de las cosas malas hay que pensar, precisamente en el baile de cifras: un día la inversión para la primera fase es de 6.750 millones y al día siguiente ya es sólo de poco más de 2.500, o resulta que el número de puestos de trabajo directos "bota" de 40.000 a 80.000, para bajar a 60.000 e hincharse en un momento por encima de los 100.000. Además, no cabe duda de de que el Proyecto traerá quebraderos de cabeza: habrá delitos, accidentes, droga, prostitución y juego por doquier.

Estos datos, de un lado y de otro, se pueden expresar de esta otra manera:

En la parte buena, resulta que Madrid se ha hecho con un Proyecto por el que matarían ciudades como París, Londres o Berlín. Menos mal que desde el principio parece ser que sólo se consideró a España como destino, porque si llegamos a competir con otros países hubiéramos visto al Señor Hollande ofreciendo los Campos Eliseos, al Señor Cameron firmando la adhesión eterna de Gran Bretaña a la UE para no espantar futuros clientes, o a la Sra. Merkel contando chistes junto al Magnate Adelson con tal de llevárselo al huerto. Y nosotros aquí, nos ponemos "estupendos" y le ponemos pegas. Pero, por lo que más se quiera, ¡si somos pobres y hay un tipo que viene ofreciéndonos dinero, trabajo y hasta reconocimiento internacional!.

En la parte mala, vale que hay que aclararse con lo de las informacíones que circulan, pero ya se sabe que aquí hasta el más bobo se siente portavoz de la raza humana, pero en cuanto a lo demás ¿de qué hablan?. Puede haber más delitos, más accidentes y lo demás, simplemente porque haya más gente, más dinero circulando. ¿Alguien no quiere este dinero circulando?, puies que se haga Amy, que allí sólo conducen carromatos tirados por caballos mansos.

Respecto a la droga, la gran lacra, ¿alguien de los que protesta ha estado en Las Vegas?, ese templo del pecado, como imagino tronar al predicador Tomás Gómez. Pues resulta que allí no ves ni más ni menos drogatas que en cualquier otra parte, y que por el contrario lo que hay es un cuidado exquisito en que no haya ese ambiente, y no porque sean puros de espirítu, sino porque eso iría contra el negocio.

¿La prostitución? Pero, vamos a ver si nos aclaramos, los que claman contra Eurovegas ¿son los que persiguen a las prostitutas o las que las apoyan? Voy a decir algo al respecto, y espero ser rotundo: a mí la prostitución no me parece mal. Si alguien quiere vender su cuerpo y otro/a quiere comprarlo, ¿qué hay de malo en ello? Lo malo es que obliguen a nadie a prostituirse, pero los voluntarios/as que sean bienvenidos. Es más, yo clamo porque se les dé un carnet profesional y de alta en la Seguridad Social, que necesitamos más pringados, entre los que me incluyo, para pagar las pensiones...que la mía está cada día más cerca.

Y en cuanto al juego...si, en cuanto al juego, háganlo, que gire la ruleta y que esto empiece, porque si tarda unos cuantos años, no estoy seguro de poder soportar tantos argumentos timoratos en boca de tantos librepensadores.

Puedo imaginarme a los que están en contra manifestarse frente a la puerta del Señor Ford en el Siglo XIX porque ese invento diabólico del automóvil "solo traerá delitos y accidentes". Y así fué, los trajo. Pues eso, a hacerse Amy.   

domingo, 3 de febrero de 2013

Las Buenas Noticias

La verdad es que yo quería escribir sobre otro tema pero entonces, hace unos días, a la hora de la cena, a mis hijas les dió por sacar el tema del blog y empezaron a hacerme recomendaciones sobre los temas de los que tenía que hablar. Natalia, que siempre es la más elocuente cuando se digna participar en una charla familiar, zanjó la conversación diciendo desde la pasión de sus 15 años, "Papá, lo que tienes que hacer es hablar de las cosas que van bien, porque no todo es tan malo".

Confieso que me lo pensé más de dos veces, porque con lo que está cayendo no querría parecer frívolo, pero, vaya, si a uno le ordenan hacer algo, lo hace y misión cumplida.

He seleccionado diez buenas noticias, o sensanciones, y ahí van, una tras otra:

  1. La maldita prima de riesgo, que llegó a tocar los 634,3 puntos básicos el 23 de julio de 2012, ahora está entorno a los 350 puntos.
  2. En el sector automovilístico se han adjudicado la fabricación de nuevos modelos, aún a consta de rebajar los salarios, a las plantas de Ford en Valencia, a las tres que Renault tiene en España, y parece que también hay probabilidades de que suceda lo mismo con la de Nissan en Barcelona. Esto creará empleos. Somos los segunos fabricantes a nivel europeo y los octavos a nivel mundial.
  3. El diario Expansión publicó a principios de enero un listado de 30 empresas que crearán puestos de trabajo en 2013. Es de esperar que sólo mencionen las más grandes y que habrá otras muchas que las sigan, y como mínimo las PYMES que proveen a estas grandes empresas.
  4. España se ha consolidado en 2012 como el tercer país del mundo por número de turistas, y el segundo (solo por detrás de EE.UU.) por ingresos, con más de 30.000 millones de euros y un crecimiento anual del sector del 4%.
  5. Las empresas españolas crecen en el exterior, no sólo en Latinoamérica, sino también en Europa, Oriente Medio e incluso en EE.UU.
  6. En las noticias que leemos en los diarios europeos ya no se habla de rescate, sino que se incide en que vamos "por el buen camino".
  7. En 2012 mantenemos el liderazgo mundial en cuanto a número de trasplantes de órganos por cada 1.000 habitantes se refiere.
  8. En su última Memoria Anual, Cáritas indica que los donativos privados aumentaron un 3,5% respecto al año anterior, y el número de voluntarios aumentó un 4%. La solidaridad crece cuando hace más falta.
  9. La cadena Día aumentó su aportación a los Bancos de Alimentos en un 137% el año pasado, y Mercadona firmó un convenio con la Federación de Bancos de Alimentos, para que su aportación también aumente.
  10. Nuestro amigo Antonio encontró trabajo después de un tiempo que se nos hizo largo a todos. Es cierto que tuvo que irse a Qatar, pero también lo es que cuenta con el cariño de todos los que aquí nos quedamos, como demuestran las charlas de Whatsapp, que son diarias y muy, muy concurridas.
Casi todos estamos haciendo sacrificios (a algunos les está tocando más que a otros), y creo que estos sacrificios tendrán su recompensa. Así lo espero porque es lo que quiero creer, y porque los economistas (los de aquí y los de fuera) que antes se centraban en las malas noticias, ahora se centran en decir que se está haciendo lo que se tiene que hacer para salir de la crisis. Está siendo duro, pero tengo la sensación de que todos sabíamos que esto (lo de hacer sacrificios) era necesario cuando se celebraron las pasadas elecciones generales. También es cierto que no sabíamos en qué consistirían, y que no se nos contaron. Sin embargo, lo que era insostenible era seguir con la inercia que llevábamos.

Soy consciente que estamos en invierno, y no me engaño: sé que todavía quedan días de mucho frio y de heladas, y que es posible que vuelvan a soplar los vientos que tiran árboles que parecían inderrumbables. Sin embargo, noto que cada día es un poco más largo, unos breves minutos más, y también sé que pronto, muy pronto, llegará la primavera, y entonces ... entonces, el sol volverá a calentar.